
En Bariloche, el gobernador Alberto Weretilneck fue categórico al afirmar que no habrá modificaciones en su gabinete provincial tras el resultado de las elecciones legislativas del 26 de octubre. A diferencia de sus pares de Neuquén y Chubut, que ya anticiparon ajustes en sus equipos de gobierno, en Río Negro descartan reacomodamientos internos.
Desde Casa de Gobierno sostienen que la derrota del oficialismo no responde a la gestión provincial, sino al clima político nacional marcado por la fuerte polarización entre kirchnerismo y antikirchnerismo, así como por la aprobación o el rechazo a la administración del presidente Javier Milei.
Weretilneck buscó así despejar rumores y enviar una señal de estabilidad institucional, reafirmando la continuidad del rumbo de su gestión más allá de los resultados electorales.



