Las áreas especializadas de la Dirección General Impositiva (DGI) y de la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (DGRSS) habían advertido en 51 restaurantes frecuentados por público de alto poder adquisitivo que las ventas declaradas y las informadas por las tarjetas de crédito tenían diferencias significativas y, en otros casos, tenían ingresos inferiores a sus costos operativos. Ante esta situación.
Las tareas de fiscalización y control se complementaron con inspecciones presenciales que permitieron comprobar desvíos de hasta 100% respecto a lo declarado. En ese sentido, la omisión de las ventas asciende a 2.100 millones de pesos. Ante la evidente violación de las normas de facturación, los agentes del organismo labraron 37 actas de infracción.
Por otro lado, se relevaron un total de 635 trabajadores, de los cuales el 42% presentaba algún tipo de irregularidad.