En Varela el equipo se sigue rearmando después del tremendo impacto que generó haber perdido calidad y cantidad de futbolistas en el último mercado de pases (Pizzini, Bou, Rotondi y Merentiel los más importantes). Defensa y Justicia acomoda sus nuevas piezas con un andar irregular en el torneo local mientras sostiene viva la ilusión de pelear hasta el final en la siempre difícil y apasionante Copa Argentina.
Tras haber dejado atrás a Argentinos Juniors en etapa de 16avos de final, en el horizonte del equipo de Sebastián Beccacece aparece nada más y nada menos que el River de Marcelo Gallardo, un rival que además de contar con los quilates de un plantel poderoso, pone frente a frente una vez más a dos entrenadores que han tenido roces y diferencias de criterios que se han hecho públicos en el último tiempo.
Pero la mediática historia del último cruce tiene antecedentes. El primer cortocircuito entre ambos técnicos tiene a un jugador como protagonista principal de esta historia. Enzo Fernández era el eje de juego dentro de una formación ganadora que Beccacece había heredado de Hernán Crespo y a la cual el actual el entrenador del Halcón le había puesto su sello para darle un salto de calidad mayor y superar al Palmeiras de Brasil para quedarse con la Recopa Sudamericana.
En tiempos donde el juego atildado y la proyección a futuro ilusionaban a toda la gente del conjunto verde y amarillo, un llamado del propio Gallardo a Enzo Fernández alteró los ánimos, los tiempos y el rendimiento del equipo de Beccacece. Si bien en ese momento el volante con mayor proyección del fútbol argentino tenía contrato vigente con Defensa hasta diciembre de 2021, el llamado de Napoleón y la presión de River, hicieron que, previo pago a una suma de dinero menor, Fernández volviera al Millonario antes de tiempo y las fortalezas del equipo de Varela comenzaran a disminuir. Sin embargo, no fue ése el único futbolista que Gallardo, Francescoli y compañía decidieron tomar del campeón. También la institución de Núñez se hizo rápidamente de los servicios de Héctor David Martínez y Brian Romero, dos pilares importantes.
Aquella bronca acumulada tomó estado público cuando en julio de este año, en un partido mal jugado y que finalizó con empate en cero, ambos entrenadores terminaron cara a cara con mutuas y agresivas acusaciones: «¿Quién te crees que sos, qué te pasa, a quién te comiste?» y demás cuestiones que suman para el morbo del espectáculo y restan para que todo sea una fiesta. La historia había arrancado con Becca impidiendo un lateral para River. Y algunos se animan a afirmar que aquella noche y en zona de vestuarios la cosa pasó a mayores, pero nunca trascendieron imágenes al respecto.
Para escribir un nuevo capítulo en esta historia, en los últimos días, Beccacece volvió a caerle duro al actual entrenador de River: «Me pareció un acto arrogante y prepotente de su parte decirle a otro lo que puede hacer o decir cuando hay una autoridad que imparte justicia. Para eso tenés que responder de una manera ética y moral, ser intachable. Y Marcelo en su carrera tiene una cantidad de situaciones increíbles», sostuvo Beccacece. Y aunque sostuvo que no tiene nada personal contra Gallardo y que lo considera el mejor entrenador del fútbol argentino en el último tiempo, cuestionó fuertemente su integridad.
Así están las cosas hasta el momento y será este miércoles, en Chaco, donde vuelvan a enfrentarse deportivamente con una clasificación a cuartos de final de por medio. Esperemos entonces que todo sea en paz, una fiesta donde gane el que mejor juega al fútbol.
(TyC Sports)