El desplome en las ventas de combustibles ha generado preocupación en todo el país, con una baja tan pronunciada que incluso la cantidad vendida fue inferior a la registrada hace cinco años. Según datos oficiales, la crisis económica y el aumento desmedido de los precios provocaron una caída del consumo del 23% en enero pasado.
La fuerte escalada en los precios, especialmente del litro de nafta premium que pasó de $395 a $862 en apenas dos meses, ha llevado a muchos automovilistas a optar por la nafta súper, a pesar de no ser recomendado para todos los motores. Este incremento del 118% tuvo un impacto inmediato en los niveles de consumo y en la facturación de las estaciones de servicio, donde ahora la nafta premium roza los $1.000.
En enero del 2024, se despacharon en todo el país 190.719 m3 de nafta premium, una caída del 23% respecto al mismo mes del 2023. Esta disminución fue tan significativa que incluso fue inferior a la registrada hace cinco años, cuando el parque automotor argentino era más pequeño.
En cuanto al gasoil, tanto premium como común, también se registraron disminuciones en las ventas, contribuyendo a una baja del 6% en las ventas totales de combustibles.
En cuanto a los precios, se espera que los aumentos continúen debido a la actualización gradual de los impuestos a los combustibles, con correcciones previstas para abril y mayo. La incertidumbre persiste en torno al impacto de estas subas en el consumo y en la economía en general.