La intención de los mandatarios del sur del país es “fortalecer las autonomías provinciales en la determinación de las prácticas nacionales, en la disponibilidad de sus recursos y el acrecentamiento de su potencial productivo, conservando la existencia de beneficios diferenciales que sostengan el equilibrio regional”.
Dicho Tratado estableció una asamblea como instancia máxima en la conducción, cuya presidencia recaerá por elección en uno de ellos, con una duración de un año, pudiendo ser reelegido por sus pares.
“En la absoluta convicción de que los estados provinciales que representamos, forman parte indisoluble, solidaria e integrada de la nación Argentina, la Patagonia debe crecer en conjunto, y estar en la toma de decisiones del Gobierno Nacional que afecten a cada una de nuestras provincias”, dice el acta respaldada hoy por los legisladores rionegrinos.
Añade que “ante la presencia de un momento bisagra, la premisa fundamental es la defensa del federalismo y entender que el país para crecer debe mirar hacia el sur”.
Menciona además que “no puede soslayarse que para tener decisión sobre cada una de las definiciones que impactan directamente sobre nuestras economías regionales, se hace necesario llevar adelante un trabajo coordinado para que la región tenga el protagonismo que se merece para lograr resolver las asimetrías que dificultan llevar crecimiento sostenido a los habitantes de toda la Patagonia”.