
El Ministerio de Hacienda de la Provincia expresó su preocupación por el agravamiento de la crisis económica nacional, la cual se traduce en una caída de los ingresos que afecta tanto a las provincias como a los municipios. En este contexto, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) emerge como uno de los pilares de la recaudación, representando el 67% del total de ingresos que recibe Río Negro por la coparticipación federal de impuestos.
Los datos alarmantes sobre la actividad comercial a nivel nacional reflejan una caída significativa en las ventas minoristas durante los primeros dos meses del año, con un -28.3% en enero y un -25.5% en febrero en comparación con el año anterior. Esta situación se ve reflejada en la recaudación del IVA, que pasó de un aumento del +35.2% en enero a una disminución del -8.3% en marzo, afectando tanto a los componentes internos como a los relacionados con la aduana.
La combinación de inflación y baja actividad económica plantea desafíos importantes para la recaudación fiscal en términos reales en la provincia. El deterioro del poder adquisitivo de los ciudadanos y las empresas conlleva a una reducción en el consumo y la inversión, impactando directamente en las actividades económicas gravadas por impuestos.
Desde el Ministerio de Hacienda de Río Negro explican que «en un contexto de baja actividad económica, donde hay una disminución en la producción, el empleo y los ingresos, los ingresos fiscales también tienden a disminuir». Específicamente, el IVA se ve afectado cuando la actividad económica disminuye y el consumo se reduce, lo que repercute directamente en la recaudación de este impuesto.
Ante este escenario desafiante, las autoridades provinciales buscan medidas para mitigar el impacto de la crisis económica en la recaudación fiscal y garantizar la estabilidad financiera de la región en medio de un contexto nacional adverso



