Un reciente relevamiento realizado en Bariloche entre el 18 y 27 de noviembre arroja una evaluación mixta de la gestión del intendente Walter Cortés, a un año de asumir el cargo. Con un 17,6% de imagen positiva y un 53,9% de negativa, los números reflejan una ligera caída respecto al 19% de apoyo obtenido en las elecciones de 2023. El 24,5% de los encuestados califican su gestión como «regular».
La desconexión entre la agenda gubernamental y las prioridades ciudadanas emerge como un factor clave del estancamiento. Los temas más urgentes para los barilochenses son el acceso a la vivienda y la mejora del transporte urbano, ambos señalados por el 21,7% de los encuestados. Además, un preocupante 76,7% ve el futuro de la ciudad con pesimismo, ya que consideran que «seguirá igual» o «empeorará».
En cuanto al turismo, el motor económico local, el 62,2% de los participantes expresó su descontento con las acciones del gobierno para garantizar temporadas exitosas.
Solo un 15,2% volvería a votar por la actual administración, una base similar a la que llevó a Cortés al poder, pero con una pérdida de adeptos (6,3%) y un bajo índice de nuevos apoyos (5,7%). Destaca un 25,3% que asegura no haber votado ni tener intenciones de hacerlo, lo que refleja una creciente desconfianza en el sistema democrático.
A nivel local, la dispersión política es evidente. Entre los dirigentes con mayor imagen positiva destacan Facundo Villalba (33%) y Costa Brutten (30%), mientras que Walter Cortés lidera las cifras de imagen negativa con un 57%. En el plano provincial, la figura de María Emilia Soria (22% positiva y 14% de desconocimiento) sobresale como la mejor valorada en la ciudad.