El Secretario General electo de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, criticó enérgicamente el acto organizado por el gremialista gastronómico Luis Barrionuevo para el candidato presidencial de extrema derecha, Javier Milei: “Es una clara muestra de que aún tiene plena vigencia el sindicalismo de los negocios. Lo que este acto pone en evidencia es la necesidad de profundizar el debate sobre el modelo sindical en la Argentina”.
“Estos son los mismos gremialistas cómplices del endeudamiento, vaciamiento, quebranto de las empresas públicas y remate del patrimonio estatal en los ‘90. Ya hace años que no piensan, ni hablan, ni viven como trabajadores. Hablan, piensan y viven como empresarios. Tenemos un sindicalismo que se ha venido confundiendo con las patronales a lo largo de las últimas décadas y no tenemos que negarlo, tenemos que confrontarlo”, apuntó el dirigente estatal y sentenció: “En el sindicalismo hay que terminar con los dirigentes representantes ricos y trabajadores representados pobres.
Según trascendió, el candidato de La Libertad Avanza podría ofrecerle la Secretaría de Trabajo, en caso de ganar las elecciones, a un hombre cercano al conductor de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra). En este sentido, Aguiar señaló: “Hay un sindicalismo que quiere mantener sus negocios. Nosotros estamos convencidos de que el movimiento obrero tiene que trabajar para lograr la más amplia unidad, pero no podemos juntarnos con cualquiera. No podemos juntarnos con estos tipos como Luis Barrionuevo o Gerardo Martínez que organizan fiestas a aquellos candidatos que sin filtros muestran sus ideas de ajuste, represión, negacionismo y quita de derechos”.
“Desde ATE, como organización que representa a los trabajadores estatales, no le hacemos propaganda a ningún candidato. Pero sí nos parece que frente a un escenario electoral con ideologías tan claramente definidas, podemos decir a qué candidatos no hay que votar. No hay que votar a aquellos que nos dicen que con menos Estado vamos a estar mejor, porque eso significa menos escuelas, menos hospitales, menos jubilaciones, menos derechos. Es incomprensible que haya gremialistas que respalden a quienes plantean terminar con los servicios públicos en Argentina”, concluyó.