
El vicegobernador Pedro Pesatti celebró la aprobación legislativa del acuerdo entre Río Negro, YPF y un consorcio de empresas petroleras para construir un oleoducto entre Vaca Muerta y el puerto de Punta Colorada, en Sierra Grande. Desde su mirada, la obra representa mucho más que una inversión energética: inaugura un modelo de desarrollo territorial con eje en el empleo local, la industrialización y el federalismo real.
“Esta obra marcará un antes y un después en la economía nacional, y transformará a nuestra provincia en la principal puerta de salida de la energía patagónica”, sostuvo Pesatti, quien destacó que se trata de la inversión en infraestructura energética más importante en la historia de Río Negro.
El acuerdo prevé que al menos el 80% del empleo generado sea para trabajadores rionegrinos. Para Pesatti, esto implica “cimentar la esperanza de miles de rionegrinos que ven, por fin, una obra pensada para ellos”.
También vinculó el proyecto con la identidad política de Juntos Somos Río Negro: “Cuando junto al gobernador Weretilneck pusimos en marcha nuestra fuerza política, fue porque advertimos la necesidad de construir una herramienta que fuera un verdadero contrapeso al centralismo porteño. Esa voluntad hoy se concreta en resultados que abren caminos en el presente para tener futuro”.
Además, planteó que la obra crea condiciones para el desarrollo de un polo petroquímico en la Patagonia: “Somos la principal generadora de energía del país, pero no tenemos un solo polo petroquímico. Eso, no tengo dudas, será una realidad cuando estén operando a pleno las exportaciones de petróleo y gas licuado desde Río Negro”.
Y concluyó: “La Patagonia ha sido históricamente productora de energía, pero ajena al proceso de transformación industrial. Este proyecto empieza a revertir esa lógica”.



