
El gobernador Weretilneck presentó en sociedad la nueva Agencia de Turismo de Río Negro (ATUR), un organismo mixto que busca sacudir el modelo tradicional: el Estado cede protagonismo y pone al sector privado en el centro de la escena.
“Es un cambio histórico y disruptivo”, dijo el gobernador, al destacar que la ATUR tendrá poder real para planificar, promover y ejecutar políticas turísticas, con una gestión más ágil, estilo empresa.
La flamante agencia, creada por ley a fines de 2024, tendrá un directorio con representantes de las regiones turísticas, municipios y comisiones de fomento, más diez referentes privados que trabajarán ad honorem. La presidencia será del ministro Fabián Gatti, y el secretario ejecutivo se elegirá por concurso.
La financiación también rompe moldes: el Estado transferirá de forma automática el 45% de los ingresos brutos del sector turístico, unos $900 millones al mes.
El principal objetivo será crear corredores, potenciar destinos emergentes y darle músculo a los consolidados. Todo, bajo una lógica de consenso, coordinación con intendentes y datos duros, gracias al Observatorio Turístico.
“El Estado deja de tutelar y pasa a articular”, remató Weretilneck. Y Río Negro apuesta fuerte al turismo como motor productivo.



