Un valioso gesto de sólo unos segundos logró trascender a los medios y redes sociales. Ocurrió en Recoleta, en el cruce de Callao y Alvear, cuando Marcos se cruzó con José, un hombre en situación de calle que estaba pidiendo colaboración. Sin embargo, el joven no sólo le brindó ayuda económica, sino que también le dio palabras de aliento y se unieron en un conmovedor abrazo.
La emotiva escena ocurrió a la vista de la gente que circulaba y estaba presente en la zona. Así es que Adriana, una mujer que estaba sentada en un bar, se percató de lo que sucedía y decidió registrar el momento con su celular.
«Vi el video hace un ratito y me emocionó porque uno no se da cuenta cuánto puede ayudar a otra persona, más allá de dar una ayuda económica, es mostrar un poco de humanidad», expresó al respecto Marcos, joven de 30 años recién recibido de licenciado en Administración de Empresas, en diálogo con Mediodía Noticias (eltrece).
En esta misma línea, añadió: «Uno muchas veces no se da cuenta de lo bendecido que es por simplemente tener un colchón, una ducha caliente y un plato de comida. Uno puede ser ambicioso en la vida y tener metas, pero no hay que dejar de ver lo esencial».
«Iba caminando apurado y me dice ‘disculpame’, venía inclinado, cargando unas bolsas, le dije «no me digas nada», saqué algo de plata para que pueda comer algo, se notaba que realmente lo necesitaba», explicó luego sobre su encuentro con José.
Sin embargo, en un primer momento el hombre no quiso aceptar la ayuda económica ya que decía que «era mucha plata» y luego, ante la insistencia del joven, tomó el dinero pero comenzó a preguntar qué podía dar a cambio. «Es plata y no es plata, 500 pesos, y después me dijo ‘qué puedo hacer por vos, qué necesitas'», reveló.
«Que levantes la cabeza y sigas luchándola como todo el mundo y todos los argentinos hoy en día», le respondió el joven. Ante dicha respuesta, el hombre se largó a llorar y el instinto de Marcos fue rápidamente abrazarlo y contenerlo. «Estoy sucio, tengo olor», argumentó José intentando resistirse al abrazo por unos segundos antes de quebrarse.
Sobre su gesto, el joven remarcó: «A veces el dinero no es tan importante, sino el gesto y cómo uno lo da, cómo uno puede mostrar un poco de humanidad».
«Uno se cruza mucha gente que realmente lo está pasando mal, en situación de calle, y a veces por estar a las corridas uno no frena y no se da un minuto de decir ‘cuánto le pued0 cambiar el día o la semana con un gesto’. En general soy de ayudar, y cuando no puedo con dinero lo hago con tiempo, tratándolos como lo que son, un ser humano», concluyó.