
El dirigente viedmense advirtió que hay mucha preocupación entre los trabajadores de la construcción por una eventual suspensión de la obra pública.
Miler remarcó que de ninguna manera «la actividad privada puede reemplazar a la obra pública, porque no construirá escuelas, universidades ni viviendas para los trabajadores».
En esa línea puntualizó que en el caso de Viedma, «obras como la Terminal de Omnibus, la continuación de la Avenida Perón o la planta de saneamiento», corren riesgo.